LIBRO: EL VIEJO Y EL MAR

Autor: Ernest Hemingway Año: 2000

Título: El Viejo y el Mar

País: Venezuela Editorial: Planeta, S.A.

Reseñado por: Carlos Torrealba C.I. 19637552 Correo: ctorrealba@alimentosandrea.com

Jorgelis Cedeῆo C.I. 19265851 Correo: cjorgelis29@hotmail.com

Reseña

     Este libro nos da una profunda reflexión de cómo podemos realizar infinidades de actividades ya sean cotidianas, en nuestro trabajo o a lo largo de nuestras vidas con esa visión de querer lograr el objetivo de la manera más simple y humilde posible, siempre respetando tanto a las personas o en este caso a la naturaleza para garantizar ese equilibrio necesario que ayudaría a coexistir en este planeta. Si tratásemos a todos de la manera que “El Viejo” trata a “El Mar” seguramente muchos conflictos en las sociedades actuales se vieran disminuidos y hasta en algunos casos extintos.

     El ejemplar protagonista que no es más que un pescador muy humilde de las costas de la Habana que se ha dedicado toda su vida al trabajo en el mar. Él nos muestra cómo es su vida, llena de cariño y respeto a lo que hace junto con su pasatiempo preferido que es el leer sobre el beisbol de las grandes ligas.

Al principio del libro muchas personas se mostraban escépticas acerca de la suerte que tenía el viejo para poder pescar ya que tenía 40 días sin poder atrapar un buen pez y debido a esto los padres de un muchacho siempre acompañaba al viejo a pescar le indicaron que debía salir al mar en otro bote, a lo cual el muchacho solo por obediencia acepto, pero él quería ayudar al viejo ya que fue quien le enseño a pescar y si tenía fe en las habilidades de Santiago (El Viejo).

     El viejo un día salió al mar con esa humildad y empeño de lograr atrapar un buen pez que pudiera romper con esa racha que le había acompañado por mucho tiempo, y durante el transcurso de la mayor parte ese día no mordió la carnada ningún pez, pero el viejo no perdía esas esperanza y seguía esperando ese pez que cada vez pensaba que sería el más grande que lograría capturar en su vida.  

   Todos estos ánimos lograron ser recompensados cuando por fin sintió un tirón de su sedal, el viejo se preparó para lo que sabía sería una larga faena. Pues fue un hecho ese pez que probo la carnada era uno que tenía un amino de lucha y que no desfallecería tan fácilmente ante las exigencias del viejo. La paciencia del viejo y su respeto hacia el pez lo llevo a tomar decisiones calmadas y acertadas que lo encaminarían al éxito, que no era más que atraparlo pero esto se le haría más difícil ya que se encontraba solo en su bote por lo que en varias ocasiones deseo que el muchacho estuviese a su lado ayudando con este gran reto.

   Su constancia es admirable ya que durante ese primer día se mantuvo tan concentrado en su tarea que solo probo bocado una vez y por supuesto no durmió por completo. En el segundo día de lucha el pez mostro en varias ocasiones acciones que puso en apuros al viejo por lo cual tuvo que apelar por su experiencia y astucia para poder salir adelante. Ya al final del día el pez ya cansado por el constante ajetreo de estar luchando y sin poder comer aunque sea una vez como su contraparte ya mostraba signos de desesperación por lo que viejo pudo aprovecharse de esto y con gran habilidad y astucia lograr atraparlo no sin antes mostrarle sus más sinceros respetos por su gran contienda.

     Llevando la moraleja de este libro al contexto de la ética en la sociedad venezolana, hay que plantearse interrogantes como: ¿Somos capaces de respetar a nuestros rivales?, ¿Tenemos la humildad suficiente para poder afrontar retos que involucren a otros? Y ¿Si podemos lograr nuestras metas sin atropellar a nadie o hacer daño a nuestro entorno? Esto es algo que no muy seguidamente se puede responder afirmativamente, ya que podemos evidenciar como una parte de la sociedad venezolana esta siguiendo esos intereses individualistas que sin importar quien o quienes estén en el camino puedan salir perjudicados solo con el fin de lograr un objetivo que no muchas veces puede ser bueno para la sociedad venezolana.